Las redes sociales. Se habla de ellas como el quinto poder. Pero, en el panorama mundial y la manera de habitar el mundo en la actualidad, pareciera que su influencia va más allá de esta simple denominación. La bolsa de valores en Wall Street suma números importantes gracias a ellas y las elecciones de los líderes políticos fecundan en ellas estrategias masivas que cambian comportamientos y los orientan hacia sus objetivos.
Colombia está a un año de elegir nuevos líderes. Tras varios años de liderazgo de la derecha y el establecimiento, el país coquetea con otras corrientes políticas. En la última carrera hacia la Casa de Nariño, Twitter fue el campo en el que candidatos y ciudadanía convergieron sus más sinceros debates. La campaña de 2018 encontró en esta red social un lugar ideal para llegar a la mayor cantidad posible de votantes.
Los tradicionales meeting parecen quedar en el pasado como la forma más efectiva de conseguir votos, y, aunque el cara a cara con las personas y los medios de comunicación siguen siendo importantes, la razón de ser de las redes sociales ha jugado un papel protagónico en esa relación votantes – candidatos. Los líderes políticos buscan llamar la atención de los jóvenes; que es la población que más habita estos espacios virtuales y desde ahí generar opinión y reacción.
Hay gran expectativa para las próximas elecciones por la participación de los jóvenes, teniendo en cuenta que fueron los principales protagonistas de las protestas que se desarrollaron este año en todo el país. Hasta hace muy poco ellos ignoraban la política. En la actualidad, son las voces más fuertes y poderosas de la sociedad colombiana. De ahí que los candidatos presidenciales y al Congreso quieran ganar su simpatía.
Según los resultados de la Gran Encuesta Nacional sobre Jóvenes, realizada este año por la Universidad del Rosario y El Tiempo, el 51% de las personas entre los 18 y los 32 años coinciden en posicionar las redes como la institución en la que más confían. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), en el país hay más de 10,9 millones de jóvenes. Buena parte de ellos está habilitada para votar el próximo año. En estos datos se justifican las sorpresivas publicaciones de algunos candidatos en redes sociales.
Y es que ya no solo Twitter, con su limitado espacio para opinar y sobriedad que la caracteriza, funge como ciber canal para que los candidatos opinen y hagan campaña preelectoral. En esta oportunidad, sorpresivamente, también TikTok, resulta ser un espacio para que los prospectos a presidencia y Congreso ganen simpatía con publicaciones divertidas y frescas. Todo con tal de llegar a aquellos que, por una u otra razón, desconocen su propuesta, de cara a “cambiar al país”.
Y es que da la impresión de que los políticos ya no necesitan el respaldo de los medios de comunicación tradicionales para hacer eco de su gestión. Alejandro Gaviria anunció su candidatura para las próximas elecciones a través de YouTube. Alicia Peñaranda, asesora e influencer educadora de política, le explicó a El Tiempo que “desde hace unas elecciones los líderes políticos han entendido que tienen una vitrina propia para comunicar sin que su contenido pase por los filtros de un medio. Por lo tanto, privilegian sus propias redes, en las que no hay ningún tipo de edición y en las que el contacto es directo”.
Con la nueva manera de consumir información y la importancia que los jóvenes han tomado en el contexto político y electoral del país todo parece volcarse a su manera de hacer las cosas, de consumirlas y de digerirlas. He aquí la razón de ser de las redes sociales en una sociedad compleja y controvertida, y en una carrera política que busca, desde cada corriente, ganar espacios en una población votante incrédula y cada vez más dura de convencer.